sábado, 15 de octubre de 2011

¡¿POR QUE SE ESFUERZA?!


Hace ya unos días jugaba con uno de nuestros niños con Síndrome de Down, al que llamaremos Carlos.

Nos divertíamos mientras realizábamos un circuito motriz, a la vez que trabajábamos coordinación y ritmo, intentábamos lanzar una pelota con precisión para tirar el máximo número de bolos posibles, esa era su motivación: que siempre había un ganador. Se acercaba el momento en que se acababa la diversión, pero todavía no habían venido a buscarle.

Llegó entonces otro niño de su misma edad, con el que yo iba a empezar a jugar, para no hacerle esperar le invite a jugar con nosotros. Es un niño de los considerados “normales”, e incluso de los valorados por ser hábiles en actividades motrices, de los que juegan bien a fútbol, de los que ganan haciendo carreras y al que llamaremos Alex.

Al invitarle a jugar, les invitaba a competir, Carlos se olvidó de que hasta ese momento estaba compitiendo conmigo, ahora su objetivo era ganar a su nuevo contrincante, pero puso cara de: “lo voy a tener difícil”, le pedí entonces que empezara él para que Alex viese lo que se debía hacer. Carlos hizo el circuito de maravilla, le salió perfectamente. La expresión de su cara y la posición de su cuerpo indicaban que se sentía más que satisfecho consigo mismo, pero… el triunfo no estaba ganado porque ahora le tocaba el turno a su contrincante, el cual le podía superar.

Mientras Alex realizaba la actividad, Carlos lo miraba atentamente y su cara de preocupación fue cambiando cuando vio que Alex no le iba a ganar. Sonó el timbre, Carlos se levantó, cogió su chaqueta, me miró esperando mi sonrisa de aprobación  y salió por la puerta por la que apenas cabía.

¿Qué es lo que sintió Carlos durante esa situación?. Probablemente cuando invité a jugar a Alex, sintió rabia porque creía que iba a perder. Pero puso todo su empeño para no dejarse ganar y así fue, fue para él todo un triunfo.


Pero mi pregunta es: ¿Hubiese puesto el mismo empeño o se hubiese esforzado tanto en hacerlo bien si yo no hubiese estado presente? 

Carlos es un niño que ha trabajado mucho, se esfuerza mucho en hacer las cosas bien, pero siempre para complacer y satisfacer los deseos de los adultos, pero si no se le alimenta con aprobación no tiene ningún motivo para esforzarse, hasta ahora no hemos conseguido que haga suyo el modelo que le ofrecemos: el hacer las cosas por y para el mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario