miércoles, 18 de abril de 2012

TERAPIA FAMILIAR

Los niños “normales” son aquellos que se desarrollan con normalidad, que andan, hablan, comunican, leen, escriben, juegan,… a su tiempo y de la manera habitual. Los niños que no necesitan ninguna atención especial porque todo lo les ha sido regalado, y el esfuerzo para conseguir un desarrollo óptimo, es muchísimo menor que el esfuerzo que tienen que hacer los niñ@s distintos,… aunque no por ello terminan con final feliz.

Los llamados niñ@s "normales" son poco frecuentes en CEMEDETE, pero les vemos a menudo cuando vienen al centro acompañando a sus hermanos “distintos” y se quedan jugando con nosotras mientras sus padres están hablando con el doctor.
Por lo general, les encanta quedarse a jugar con nosotros y no les suele sentar nada bien cuando tienen que marcharse y sus hermanos distintos se quedan con nosotros.


Su visita nos resulta muy interesante y nos ayuda mucho para conocer más en profundidad a la familia donde crece el niño distinto y las relaciones entre todos sus miembros (parentograma).

Otra forma de “conocer” a los niñ@s "normales" es cuando vamos a las casas de los niños distintos para hacer la terapia y están los hermanos en casa.
Suelen querer participar de los “juegos” y es inevitable que se “cuelen” en la terapia o que exhiban todas sus habilidades para llamar la atención del terapeuta.

Uno de los niños distintos a los que hago terapia tiene una hermana de 4 años menor que él.
Cristina es una niña normal, lista, inteligente, despierta, espabilada, simpática y académicamente superior a su hermano, a pesar de la diferencia de edad. A veces queriendo y a veces sin querer, Cristina hace la vida muy difícil a su hermano, quitándole el poco protagonismo familiar que puede tener.
Cuando voy a su casa despliega todos sus encantos e intenta mostrarme todas las cosas que sabe hacer con el objetivo de eclipsar a su hermano.
Una tarde vísperas de navidad, Cristina aprovechó que su madre abría la puerta de la habitación donde estábamos trabajando, para “colarse” con nosotros hasta que su madre encontrara las llaves del coche para marcharse.
Su hermano y yo estábamos “jugando” cuando ella entró y preguntó:
-         ¿Qué hacéis?
Como yo no quería contestarle, le pregunté;
-         ¿Que te van a traer los reyes?
-         No sé, dijo ella levantando los hombros.
-         Pero tú ¿has escrito la carta?
-         Sí.
-         ¿Y que les has pedido?
-         ¡ A ti ! dijo ella mirándome a los ojos.
-         ¿ A mi ? dije yo desconcertada por completo.
-         Sí, para tenerte pa mí pa siempre, dijo avergonzada, mirando al suelo y medio sonriendo.

A mí se me quedó cara de tonta y lo único que supe responder fue sonreírle cariñosamente.
Aquella niña, la que yo pensaba que lo tenía todo, resulta que lo que más necesitaba era aquello que su hermano poseía en grandes cantidades;  ATENCIÓN, PRESENCIA, COMPAÑÍA, CARIÑO Y DISCIPLINA. En definitiva, un “modelo” que le enseñara el arte de “ser mayor” a través de la identificación amorosa.

En CEMEDETE trabajamos sobre la base de ofrecer a todos los niños un “modelo” al que “engancharse” para aprender a vivir y del que puedan “soltarse” con facilidad cuando ya no les sea necesario, aunque, evidentemente, no resulta fácil…pero siempre vale la pena intentarlo con fe, esperanza y amor.

Yolanda Verdú
Psicóloga

1 comentario:

  1. Hola, Nosotros tb vamos al centro, hemos ido una vez y seguimos nosotros la terapia en casa hasta la próxima cita. Me gusta tu blog, seguiré visitándolo.
    Gracias por ayudarnos.

    ResponderEliminar